El uso de la Teleformación en el estudio de casos y el método de proyectos
Resumen del tema 7
correspondiente al foro “El uso de la Teleformación en el estudio de casos y
el método de proyectos” del curso Redes Telemáticas en la Educación Virtual 2015. Programa
Doctoral en Educación con Acentuación en Comunicación y Tecnología Educativa de
la Escuela de Ciencias de la Educación, Secretaria de Educación Nuevo León,
México.
Tutor: Dr. Arsenio Antonio Pérez Pérez
Moderadora: Mtra. María Juana Flores García
Las aportaciones del foro se
desdoblaron en torno al tema “Estudio de casos” y a la par se fue construyendo
un objeto de aprendizaje vivenciando el método de proyectos durante dos semanas
entre el 9 y 23 de mayo del 2015. Fue
una interacción seguida a tres hilos del debate correspondiente a tres
preguntas generadoras, donde se presentaron
respuestas a cada una de ellas.
Propósito del Foro: Reflexionar, debatir, analizar y
concluir sobre qué está pasando en relación a los métodos de enseñanza
centrados en los alumnos.
Preguntas generadoras del debate:
A) ¿Cuál es la concepción de uso
como estrategia de aprendizaje en teleformación?
B) ¿Cuáles son los escenarios y correcta aplicación en la
teleformación?
C) ¿Cuáles son las pautas para
evaluar los resultados del aprendizaje?
Concepción de uso como estrategia de aprendizaje en teleformación
Altamirano (2015) inicia el foro y sigue a Somma
(2013) mencionando que el estudio de casos es una estrategia de
aprendizaje significativo y trascendental en la medida que los alumnos se
involucran en el análisis de tareas planteadas y comprenden el caso de forma
grupal, ya que reflexionan e investigan, permitiendo la formación de
profesionales. Cita a Castro (2013) que sostiene el uso del método del caso
como medio pedagógico en formas grupal e individual para que los estudiantes
aprendan mejor y aceptan más responsabilidad en la discusión, acercándose a la
realidad, ya que es un método activo que requiere participación constante y su
éxito depende de la capacidad para usarlo como docente. Considera que es una estrategia útil en teleformación, debido a que por sus
características, el alumno puede desarrollar un caso uniendo la teoría con la
práctica, permitiendo mayor dinamismo en el proceso de aprendizaje, ya que se
encuentra en constante búsqueda de posibles soluciones y no sólo cuestiones
teóricas, además de que permite una mayor interacción con los demás compañeros,
así también, conlleva al respeto las ideas del conjunto.
Siguiendo el hilo, Montemayor (2015), destaca el desarrollo cognitivo-social con
el estudio de casos, recupera a Ferreiro
(2009) para subrayar que surge una lectura y análisis de textos, entrena escucha
activa, estimula comunicación interpersonal, expresión oral, argumentación, confronta
situaciones problema “nuevas” para darle solución, permite la reflexión (individual,
grupal, diálogo y discusión), desarrolla el pensamiento estratégico y la
capacidad de acción, finalmente, entrena
en toma de decisiones. Puntualiza que (Fleschig y Schiefelbein, 2006) establecen la importancia de las siguientes
fases:
- Preparación del caso por el docente
- Recepción o análisis por los alumnos
- Interacción con el grupo de trabajo
- Evaluación ante el grupo con resultados obtenidos
- Discusión y conclusión
- Confrontación y resolución tomada en una situación real.
Flores (2015) sostiene que hay crecimiento como
personas y equipo para apropiarse de la estructura de procesos en teleformación
y se adentra en Ordoñez (2007) para recuperar a Ferreiro (2007) con el
aprendizaje cooperativo como alternativa para estudiar y aprender ante jóvenes
más informados y comunicados, dimensiona
la madurez emocional que va brindando esa resolución de problemas en lo
cotidiano, señala que la teleformación
puede retomar la enseñanza de estrategias como el estudio de caso que den
solidez y herramientas al ser humano, a sus estudiantes y docentes. Finalmente,
Montemayor (2015) enuncia que hay una razón
con respecto a la dimensión emocional dentro del aprendizaje cooperativo mucho
se puede hacer con una adecuada teleformación y por supuesto con el manejo
instruccional coherente al problema planteado. Guízar (2015) señala cómo
el desarrollo de capacidades para
investigar, analizar, seleccionar información relevante, tomar decisiones,
desarrollar el pensamiento crítico y creativo, determina posibles soluciones y trabajar en equipo,
favoreciendo también la multidisciplinariedad.
Flores (2010) menciona que el estudio de caso es un recurso
educativo con un alto grado de flexibilidad que puede introducir diferentes
conceptos vinculados a un tema de estudio, además de que requiere una reflexión seria y profunda sobre
el tema abordado, citando a Álvarez (2012), señala que "a
partir del estudio de casos se desarrollan habilidades tales como el análisis,
síntesis y evaluación de la información", siendo procesos que llevan a una metodología paradigmática, incluso, porque va de lo particular a lo
general en pos del método inductivo que es una lógica de investigación, ya que
es muy importante saber tomar decisiones en cualquier dimensión de la persona,
saber criticar sin ofender o sentirse culpable y sobre todo trabajar en equipo
que incluye desde la familia hasta lo profesional, no cabe duda, un aprendizaje
para la vida. Menciona que existe bibliografía reciente que muestra la
prioridad que se está brindando a la estrategia estudio de casos, donde se
observan títulos que mueven hacia una actitud ética en la pedagogía, implicando
por supuesto la formación de un pensamiento crítico, constructivo y
creador.
La pedagogía tradicional abonó un hostil discurso de exposición
infinita y está llegando a su fin, está siendo confrontada por
estrategias que como ésta, se pueden desdoblar desde la teleformación. La cuestión
inequívoca es la formación de una persona capaz de resolver problemas y
proponer soluciones con alteridad eficiente, llevando a pensar en
habilidades superiores que movilizan muchos saberes que taxonomías avanzadas
habían estado esperando. Se advierte que la estrategia estudio de casos articula a
un modelo pedagógico que debiera revisarse. Flores (2015) retoma a Zubiría (2006) que subraya la práctica educativa, la planificación de un curso, la evaluación, la intencionalidad de su
enseñanza y la jerarquía a contenidos como relaciones entre estudiantes, docentes y saber, finalmente la elección de
estrategias metodológicas (p. 37). Incluso en la industria se habla de un
modelo pedagógico de formación con procesos autorregulativos en pos de
profesionales competentes, integrales e investigativos con la práctica de
estudios de caso (Corporación Universitaria Americana, 2006, p. 7).
Altamirano (2015) afirma que tanto el estudio de casos como
el método de proyectos en el ámbito educativo, permiten abordar un modelo
pedagógico constructivista, que actualmente es un modelo muy utilizado por sus
beneficios que aporta a las necesidades del contexto. El alumno actual ya no
requiere solamente escuchar al docente y memorizar lo que le dicen, sino que
requiere también ser escuchado y para ello debe desarrollar competencias que le
permitan cumplir este rol. El constructivismo es un modelo pedagógico que
enfrenta al alumno a la práctica, al desarrollo de habilidades físicas y
mentales que lo llevan a generar procesos que van más allá de la memorización.
El proceso que conlleva a la solución de un problema,
permite la investigación, el análisis, la reflexión y con ello la decisión para
elegir un camino adecuado hacia dicha solución. Todo esto a partir de un
pensamiento crítico, creativo e innovador. En
este punto, la innovación y la creación, son necesarias en este mundo de
constante evolución y que no se pueden abordar con un modelo pedagógico
tradicional, sino que debe hacerse con un modelo que permita la adopción del
conocimiento como experiencia propia, pues es ahí donde a partir de lo vivido, se
puede reflexionar a través de los sentidos para lograr un aprendizaje
significativo. Aportando lo anterior, Altamirano (2015) se apoya en Ausubel
(1983) para mencionar un aprendizaje significativo cuando los contenidos se
organizan de tal manera que al tener en cuenta los conocimientos previos, se conectan con
la nueva propuesta de manera significativa. Aquí se une el estudio de casos y
el método de proyectos que permiten conectar conocimientos previos con la nueva
experiencia propiciada por la naturaleza de dichas estrategias y lograr el
objetivo de la educación, que es un verdadero aprendizaje significativo.
Flores (2015) cita a
De Zubiría (2006) para relacionar estos modelos con teorías de aprendizaje, las cuales responden al qué, cuándo y el
con qué. Es una postura frente al currículo, propósitos, contenidos,
secuencias y en este caso estrategias. El modelo pedagógico tiene
sus fundamentos socio-antropo-psicológico. De Zubiría (s/f) señala
tres modelos pedagógicos (p. 2-8), a saber:
- Heteroestructurante: modelo instruccional de la escuela tradicional donde hay una visión de ser sumiso, obediente y cumplidor.
- Autoestructurante: modelo de la escuela activa que implica flexibilidad con carácter irrepetible de toda construcción cognitiva y valorativa del sujeto.
- Interestructurante: modelo dialogante con enfoque histórico-cultural, centrado no en el aprendizaje, sino en el desarrollo. Formar para la felicidad, esfuerzo, cuidado, responsabilidad y diálogo con todo el trabajo que demanda.
Roux (2015) cierra el hilo siguiendo a Álvarez y Guasch (2006) que refiere el diseño
de situaciones de enseñanza y aprendizaje en entornos virtuales que favorezca la comprensión e interacción dialógica entre
estudiantes, recomiendan actividades de aprendizaje virtuales diseñadas
como “tareas auténticas” que reflejen cultura de prácticas que involucran la situación y el objeto de estudio, así como la profundización y aplicación
del conocimiento desde la reflexión personal a la discusión colectiva y desde
el análisis en el contexto. Es una
metodología de enseñanza basada en la convicción de que el aprendizaje se
incrementa cuando los estudiantes desarrollan destrezas cooperativas para
aprender, solucionar problemas y realizar actividades significativas (Cabero,
2003).
Flores (2015) coincide en una actividad cooperativa y
dialógica en TELEFORMACIÓN
que identifica el objeto de estudio que
potencia habilidades de investigación y exploración de casos, siendo una
dinámica que se requiere en cualquier nivel y tipo de educación, así que a
distancia es mayormente necesaria. Concluye que un modelo pedagógico que
se proponga en alguna institución con estas estrategias de estudio de
caso y método de proyectos es la mezcla de la escuela activa y dialogante.
Guízar (2015) se
adentra en el estudio de caso como un promotor del desarrollo de habilidades
del pensamiento complejo con un enfoque socioconstructivista. Cita a Wasserman (2006) en Flores
(2010) donde los casos son instrumentos
educativos complejos que revisten la forma de narrativas. Un caso incluye
información y datos: psicológicos, sociológicos, científicos, antropológicos,
históricos y de observación, además de material técnico que aunque los casos se
centran en áreas temáticas específicas, son por naturaleza
interdisciplinarios.
En suma, los buenos casos se construyen en torno de
problemas o de “grandes ideas”: puntos importantes de una asignatura que
merecen un examen a fondo. Por lo general, las narrativas se basan en problemas
de la vida real que se presentan a personas reales. Naumes y Naumes (2006) en Flores (2010)
consideran que el caso se diseña para lograr los objetivos pedagógicos o
de investigación específicos. Como tal, el caso debe proporcionar el suficiente
material referente a la situación y el ambiente que rodea la situación para
lograr esos objetivos. De acuerdo a Flores (2010) los elementos que
componen el ambiente virtual de aprendizaje son, entre otros: el sistema de
administración de contenidos y usuarios, el diseño instruccional que se ha
concebido para poner en común los contenidos y el formato de la tutoría para
guiar a los estudiantes en el camino del aprendizaje. A partir de ellos, se configuran una serie de interrelaciones
entre los diversos elementos que determinarán la forma en que se lleva a cabo
el aprendizaje gracias a recursos electrónicos, vinculados a internet, la
comunicación en tiempo real, sincrónica
o asincrónica.
Penn State University a través del Center of Teaching and
Learning with Techology propone que los casos deben tener tres elementos clave:
1. Un escenario real.
2. Documentos y datos de soporte.
3. Un problema de final abierto.
En las aportaciones anteriores, citadas por Guízar (2015), se plantea el caso a partir
de una idea o punto central en torno al cual se construye la narrativa, se
plantea el conflicto, los personajes y se detallan los hechos que constituyen
la historia. El relato debe tener objetivos de aprendizaje claros y
proporcionar información para que los estudiantes arriben a sus propias
conclusiones.
Flores
(2015) señala que si la concepción de uso en
teleformación con enfoque socioconstructivista lleva a reflexiones y
aprendizajes profundos, entonces puede diseñarse para objetivos pedagógicos y
de investigación en los entornos virtuales de aprendizaje, mientras que Roux
(2015) menciona que Cabero (2010) mira
una metodología de enseñanza basada en la convicción de que el aprendizaje se
incrementa cuando los estudiantes desarrollan destrezas cooperativas para
aprender, solucionar problemas y realizar actividades significativas. Los estudios
de caso son útiles para presentar teorías y principios abstractos de manera que
resulten relevantes.
Flores
(2015) señala que defender argumentos y contrastar
opiniones no es fácil, requiere metodología de la estrategia y condiciones
afectivas que diluyan roces entre participantes, alegría por saber e interés
por descubrir lo desconocido, encontrando soluciones. Menciona que hay
una movilización de saberes en el plano de la metacognición. Así que
cuando alguien llega a este nivel, puede decirse que es una persona culta y
eficiente.
Guízar (2015) enfatiza que un estudio
de casos favorece que se dialogue, exprese, formule, argumente y defienda posturas, realizando
un trabajo conjunto para tomar acuerdos
y decisiones, siendo entonces, un ejercicio para el desarrollo de habilidades
del pensamiento complejo.
Montemayor (2015) detalla una concepción
de uso del estudio de casos en
teleformación con los siguientes aspectos:
- Promover la resolución de situaciones de la vida real con la orientación del docente.
- Aplicar a situaciones reales principios aprendidos en el aula.
- Evaluar cómo el estudiante se desempeña ante una situación específica.
- Propiciar la búsqueda, comparación y análisis de alternativas.
- Demostrar el uso de destrezas de pensamiento.
- Evaluar competencias específicas de un área curricular y de competencias transversales.
Roux (2015) se refiere a enfrentar una situación específica que fomenta la
participación del alumno. Es una
metodología de enseñanza basada en la convicción de que el aprendizaje se
incrementa cuando los estudiantes desarrollan destrezas cooperativas para
aprender, solucionar problemas y realizar actividades significativas (Cabero,
2003). Menciona que el aprendizaje
cooperativo virtual es un proceso comunicativo de construcción de significado
conjunto, que de manera estructurada, promueve la interacción entre iguales
en-línea, en torno a un objetivo o tarea educativa interdependiente (Casanova,
2008). El estudio de caso como técnica
de aprendizaje cooperativo constituye una estrategia útil y adecuada para la
mejora de los aprendizajes en el contexto virtual de educación superior (Barberá
y Badía, 2004). Son útiles para
presentar teorías y principios abstractos de manera que resulten relevantes. El diseño de situaciones de enseñanza y aprendizaje en
entornos virtuales favorece el proceso de comprensión dialógico (Casanova, 2009).
Escenarios y correcta aplicación del estudio de caso
Altamirano
(2015) inicia este hilo señalando que los diversos
escenarios del estudio de caso en la teleformación, pueden estar inmersos en la
web 2.0, el uso de la multimedia y de todos los recursos y herramientas
digitales que ofrecen grandes beneficios a la educación virtual. Así también, en el estudio de caso
específicamente pueden considerar tres modelos que se diferencian a partir de
los propósitos metodológicos, Martínez y Musitu (1995) en Torres y Blanco (s/f)
mencionan los siguientes:
Modelo centrado en el análisis de
casos: Que estudiantes y/o profesionales en formación, conozcan, analicen y valoren procesos de intervención elaborados por expertos en la resolución de casos
concretos.
Enseñar a aplicar principios y normas legales establecidas a casos
particulares: Que estudiantes se ejerciten en la selección y aplicación de principios a cada situación.
Entrenamiento en la resolución de situaciones: Que se requieren un marco teórico y aplicación de prescripciones prácticas a resolución, exigen singularidad y complejidad de contextos específicos.
Debido a la naturaleza de esta estrategia y para aprovechar al máximo los beneficios de la misma, Alfonso López (1997) en el documento El estudio de casos como técnica didáctica del ITESM (s/f) , señala que hay que tener en cuenta lo siguiente para su correcta aplicación:
- Es necesario que el alumno previamente conozca, discuta y asimile lo que es el método de caso, lo que persigue, sus limitaciones y sus posibles logros.
- El método debe aplicarse a materias generales, donde aún los casos son discutibles. Ejemplos: sociología, ética, religión, psicología, negocios, política, educación, relaciones familiares, actitudes sexuales, etc.
- El método requiere algunos conocimientos previos sobre el tema, al menos opiniones formadas y actitudes ya tomadas.
- Puede ser llevado a la práctica en materias como la estadística, pero sólo en la interpretación de los resultados y en las medidas a tomar.
- Requiere profesores con experiencia en dirección activa de grupos, conocimientos de psicología y una personalidad honesta y científica.
- Evidentemente, el caso ha de estar redactado de acuerdo con la edad y formación de los que van a desarrollarlo. Un caso se redacta normalmente pensando en unas personas concretas, a las que va dirigido. Si se utiliza un caso ya elaborado, no es raro que exija alguna corrección para adaptarlo a la situación.
Diversos escenarios podrían surgir a partir de dicha estrategia en conjunto con
la modalidad, que irían desde lo más positivo hasta lo negativo. Como puede generarse una gran participación, también podría surgir desinterés, poca o nula comunicación, falta de interacción y fracaso en el logro
de objetivos. Todo depende de la aplicación adecuada de estrategia, es decir, el fundamento pedagógico del diseño
instruccional para que el alumno pueda conectar el desarrollo del mismo con su
aprendizaje. Todo esto también teniendo en cuenta las características de la
teleformación, el uso de los recursos digitales, las competencias del docente y
del alumno, la comunicación y la interacción constante.
Guízar (2015) concuerda que los diversos escenarios del
estudio de caso en la teleformación, pueden estar inmersos en la web 2.0, el
uso de la multimedia y de todos los recursos y herramientas digitales que
ofrecen grandes beneficios a la educación virtual. Ya que de acuerdo a Álvarez (2012), a partir del estudio de casos se desarrolla
habilidades tales como el análisis, síntesis y evaluación de la información.
Posibilita también el desarrollo del pensamiento crítico, el trabajo en equipo
y la toma de decisiones, además de otras actitudes y valores como la innovación
y la creatividad. Álvarez (2012) subraya un desarrollo de habilidades como análisis, síntesis y evaluación de la información que posibilita el desarrollo
del pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la toma de decisiones, además
de otras actitudes y valores como la innovación y la creatividad.
Por otra parte y de acuerdo a Gómez (2002) para que
un caso sea útil para el aprendizaje debe seleccionarse con cuidado, intentando
que el caso tenga las siguientes características:
1.
El caso debe plantear
una situación real, pero abordable.
2.
El caso debe ser claro
y comprensible, sin sugerir una solución obvia.
3.
La información
importante y la secundaria deben aparecer mezcladas.
4.
El caso debe poder
resolverse en un tiempo limitado.
5.
El caso debe poder ser
resuelto utilizando conocimientos al alcance del alumno.
El estudio de casos tiene aplicación en diversos
ámbitos académicos tanto en licenciatura como en posgrado, así como en los
sectores empresariales, de servicios, productivos, comerciales entre otros.
Montemayor
(2015) considera
que el método de caso puede utilizarse en educación de posgrado,
especialidades como negocios, derecho, mercadotecnia, entre otras. Asimismo, en
licenciaturas como psicología, sociología, pedagogía, incluyendo
maestría y doctorado. Funciona adecuadamente cuando se selecciona en
relación a objetivos educativos de contenidos procesales para desarrollar
habilidades intelectuales o socioafectivas, asimismo apoyar actitudes y
valores, (Ferreiro, 2009). En la década de 1980, se popularizó en
el trabajo para desarrollar la creatividad e inteligencia. Actualmente las
propuestas de educación de valores son una gran alternativa para trabajar esta
estrategia, (Ferreiro, 2009, p.117). Es
así, que para que un estudio de caso tenga una
correcta aplicación hay que observar entre otras razones lo siguiente:
o La calidad del
relato, redacción.
o Selección del momento
de aplicación didáctica al desarrollo de un tema.
o La orientación
didáctica que antes, durante y después otorgue el maestro, la metodología
empleada.
Flores
(2015) señala que el triado concepto de uso, escenarios de aplicación y
pautas para evaluar resuelven una convergencia
que dilucida cómo diseñar siendo teleformadores. En
este sentido, el concepto de uso, que se ha presentado plantea
habilidades y competencias que deben generarse en el estudio de caso a través
de la teleformación ahora y centrase en ellas para fortalecer el pensamiento de
resolución de problemas y no seres contemplativos. Coincide que es la base para
crear una mentalidad participativa y dialogante. Presenta la interrogante: ¿qué
opinión hay del escenario en educación básica, sería factible dentro de la
teleformación? Y siendo así, ¿cuáles serían los componentes de los
Objetos de Aprendizaje Virtuales (OVA) que dirijan los estudios de caso
realizados por los estudiantes? Porque en los escenarios españoles hay una
propuesta para formación inicial de profesores universitarios que
dirijan a sus alumnos en proyectos con estudios de casos como una
metodología en teleformación y a su vez desemboque en diseño curricular, entonces, se ¿considera que este tipo de propuestas
son viables en los escenarios latinoamericanos y por qué? Desde Monterrey
el ITESM (s/f) recomienda el estudio de caso como generador
de habilidades y tienen razón porque moviliza el pensamiento y la acción en pos
de un propósito.
Felipe (2015) señala que sí sería factible el estudio de
caso en educación básica en la medida de cobertura tecnológica en la
población educativa. Presenta los componentes de los Objetos de
Aprendizaje (OA) en el siguiente tenor:
- Presentación- Contenidos: capturar atención, dar a conocer tema, estrategias gráficas, aplicaciones multimedia, texto, imágenes, animaciones, infografías, videos, audio, entre otras.
- Objetivos: Definición clara y concisa de los mismos.
- Actividades de aprendizaje: actividades directamente en el software y/o estrategias colaborativas.
- Evaluación: de acuerdo al nivel de educación se diseña evaluación en software pertinente bajo un diseño instruccional.
- Referencias. Se consideraría a nivel de secundaria.
Estas propuestas son viables en los escenarios
latinoamericanos, ya que los avances en esta área en nuestro continente
son evidentes en cuanto al acceso a internet (esto es básico), en
Latinoamérica/Caribe, en el 2000 tenía 18,068,919 usuarios, a junio de 2012,
creció a 254,915,745 y aún más, en nuestro país de los 112 millones de
mexicanos el 34.8 % tiene acceso a internet, aunque México registra 53.9
millones de usuarios, el 51 por ciento del potencial total, afirma AMIPCI al
conmemorar el Día Mundial de Internet.
Según el INEGI México tiene 40.9 millones de usuarios de
internet, aunque lo importante, según el
debate de Clark- Kozma (1983), "los medios y sus atributos influyen en el
costo y/o tiempo de distribución del aprendizaje, pero sólo el uso de métodos
instrucccionales adecuados impactará significativamente en el proceso de
aprendizaje". Se requiere formación en diseño instruccional, como tutor-
teleformador, y el acompañamiento a estudiante, entre tantos otros aspectos.
Flores (2015) concluye que un Objeto de aprendizaje (OA) es vital importancia para estructurar unl estudio de caso en
teleformación, siendo un modelo que se identifica
en la siguiente figura.
Fig. 1. Modelo
de OA del proyecto APROA
Fuente: http://users.dcc.uchile.cl/~pinostro/OA/ObjetosDeAprendizaje.html
El modelo de Objeto de Aprendizaje anterior corresponde al
proyecto Aproa y determina 4 elementos coincidentes:
1. Objetivo o propósito
2. Contenido
3. Explicación/Aplicación
4. Auto-evaluación
Estos modelos de construcción de objetos de
aprendizaje son muy útiles porque los estudiantes acceden las veces que sean
necesarias en un proceso de teleformación. Respecto a los escenarios de
aplicación del estudio de caso, se
ratifica que puede aplicarse en educación básica y superior.
En América Latina todavía existen problemas como para
trabajar la teleformación debido al acceso de internet a nivel mundial. Más que
desalentar, hay que realizar análisis contextual que permita replantear
estrategias para teleformación tanto a nivel básico como superior.
Fig. 2. Usuarios de internet en el mundo 2011.
Continuando con el estudio de casos, Altamirano (2015) comparte
a Martínez Carazo (2006), que señala el estudio de caso como una estrategia de
aprendizaje a partir de la investigación dirigida a comprender las dinámicas
presentes en contextos singulares, la cual podría tratarse del estudio de un único
caso o de varios casos, combinando distintos métodos para la recogida de
evidencia cualitativa y/o cuantitativa con el fin de describir, verificar o
generar teoría. Permite acercamiento con la realidad y de la unión de la teoría
con la práctica. En la teleformación, además de acercar al contexto real, lo implica
para resolver, interacción con ambiente y personas.
Es importante tener en cuenta que todos estos
beneficios pueden ser posibles a partir de su correcta aplicación en el ámbito
educativo, por ello M.T. Torres González (2002) en Gómez, Cuenca y Núñez (2008)
menciona que para el éxito del estudio de casos deben cumplirse una serie de
requisitos, los cuales se mencionan a continuación:
- Amplitud, calidad y objetividad de las investigaciones realizadas por cada uno de los participantes.
- Enfoque interdisciplinario y multifactorial en el análisis e interpretación de la información por los diferentes participantes que intervienen en el estudio.
- Flexibilidad en la valoración de los resultados.
- Capacidad para ordenar jerárquicamente la información obtenida, en sus diferentes interrelaciones.
- Participación de quienes intervinieron en el estudio, maestro y otros profesionales que puedan aportar a la dinámica del análisis.
- Integración de la información, a partir de su adecuada interpretación.
- Riqueza y profundidad del debate y discusión diagnóstica durante la sesión(es) del estudio de caso.
- Atención especial en el análisis a la información y criterios contradictorios que surjan en el proceso de la investigación.
- Organización de la información por el especialista coordinador del estudio.
Roux (2015) sostiene que el estudio de caso funciona adecuadamente
cuando se selecciona en relación a objetivos educativos de contenidos
procesales para desarrollar habilidades intelectuales o socioafectivas,
asimismo apoyar actitudes y valores, (Ferreiro, 2009), cuando se enfoca con la vida real, ya sean fenómenos
contemporáneos o temas actuales diversos, por tanto, los escenarios principales son las Ciencias
Sociales y la Administración; aunque también se ha utilizado en la Economía o
Mercadotecnia así como en psicología, sociología y antropología (Martínez,
2006). Para la correcta aplicación en teleformación es importante considerar cinco
componentes esenciales:
- Preguntas de investigación.
- Proposiciones teóricas.
- Unidades de análisis.
- Vinculación dato-preguntas.
- Interpretación de datos.
También, Montero y León (2002) desarrollan este método en
cinco fases que conviene tomar en cuenta al momento de aplicarlo:
Primera: la selección y definición del caso que consiste en
identificar los ámbitos en los que es relevante el estudio, los sujetos que
pueden ser fuente de información, el problema y los objetivos de investigación.
Segunda: elaboración de una lista de preguntas para
orientar la recogida de datos.
Tercera: localización de las fuentes de datos.
Cuarta: análisis e interpretación estableciendo una
correlación entre los contenidos y los personajes, tareas, situaciones.
Quinta: elaboración del informe para trasladar al lector a
la situación y provocar su reflexión sobre el caso.
Acosta (2015) sostiene que la teleformación como derivación
del impacto de la introducción masiva de
las Herramientas Digitales en Educación
representa un escenario favorable de
buenas prácticas con TICs para desarrollar la modalidad metodológica de
investigación científica cualitativa de Estudio de Caso que, a la vez, favorece
el trabajo en proyectos colaborativos donde el alumno sea prioritariamente
activo. Se adentra con Sosa, Peligros y Díaz Muriel (2010) para citar: “toda
aquella práctica educativa que con el uso de las TIC supone una mejora o
potencialización del proceso de enseñanza-aprendizaje y por tanto de sus
resultados, puede servir, además, de referencia a otros contextos”. Desde esta perspectiva se desprenden tres indicadores
de aplicación. Y para concreción del escenario del Estudio de
Caso en teleformación se considera lo siguiente:
Desde el Proceso Enseñanza-Aprendizaje:
- Desarrollo de habilidades cognitivas.
- Aprendizaje colaborativo.
- Fomento del Pensamiento Crítico y la construcción de conocimientos.
- Aprendizaje significativo.
- Aplicación de conocimientos de forma autónoma.
Desde la
organización y gestión desde el centro educativo, habrá de considerarse:
- Diseñador Instruccional que seleccione y organice temas de objeto de estudio.
- Coordinador para uso de herramientas tecnológicas y digitales que garantice accesibilidad y control de uso.
- Comunicación entre los Agentes de la Comunidad Educativa.
- Generación de grupos de trabajo de docentes y de estudiantes.
Desde La
Infraestructura TIC:
- Utilización de software libre y aplicaciones de código abierto.
- Internet del Centro con buena accesibilidad.
- Garantizar el acceso a Internet desde casa o bien extra escolar.
Flores
(2015) opina que lo anterior enriquece el tema, ya
que es notable la introducción de las TICs en educación, sobre todo cuando las
herramientas facilitan una metodología que orienta el paradigma cualitativo que
viene a refrendar la teleformación de un ser pensante, propositivo y
prospectivo. Las problemáticas al interior de las instituciones se dan con gran
recurrencia, así que se requiere un sentido de resolución constante en la
dimensión de la gestión pedagógica, administración e infraestructura. Sosa,
Peligros y Díaz Muriel (2010) parten de un análisis de prácticas educativas,
así que permite centrarse precisamente en ellas. Entonces, son prácticas que
inciden en el proceso enseñanza-aprendizaje, donde precisamente hay que
tener agilidad para presentar casos bien formulados con seguimiento y evaluación,
además de gestión de infraestructura.
Acosta
(2015) agrega un ejemplo de estudio de caso:
Al ser el área metropolitana de la Cd. de Monterrey, N.L.
un ícono de desarrollo industrial de México, un excelente ejemplo, de hecho
será el eje central de mi propia investigación, puede ser:
México ante el cambio climático
Proporcionando como una fuente de consulta el documento con
el mismo nombre de Greenpeace ubicado en www.greenpeace.org.mx que servirá como referencia para que los alumnos busquen otras
fuentes de información más cercanas a ellos: periódicos, noticiarios,
observaciones, con sus respectivos registros, de su entorno, identificando
industrias, basureros, encuestas a la comunidad escolar, a sus vecinos;
entrevistas a expertos en el tema ambiental y biodiversidad, etc.
Para efecto del adecuado aprovechamiento de las TICs en la
formación educativa se contará con espacios (Facebook, blog, página web, etc)
donde tendrán efecto foros de discusión acerca de temas específicos que detonen
la investigación, argumentación, toma de decisiones y posturas personales.
Algunos ejemplos de preguntas detonantes para generar
debates serían:
¿Cuál
es el impacto ambiental de las industrias de tu comunidad?
¿Qué
es más importante la biodiversidad o un trabajo bien remunerado?
¿Quién
tiene prioridad en el consumo de agua potable, las industrias o las personas,
plantas y animales?
¿Progreso
significa riqueza económica?
¿En
el Estado o en tu Municipio existen leyes que protejan el medio ambiente donde
tú creces?
Para ser aplicado con alumnos de 5º y 6º grados de
educación primaria, tomando en cuenta los compromisos gubernamentales de dotar
a esta población educativa con Tabletas Electrónicas como parte del Programa
Sectorial 2012-2018.
Pautas para evaluar los resultados del aprendizaje en
el estudio de caso
Altamirano
(2015) nuevamente inicia el hilo de la tercer pregunta generadora y menciona
que en el
documento El estudio
de casos como técnica didáctica del
ITESM (s/f) se indica a estudiantes que no hay respuestas correctas o
incorrectas al analizar y resolver casos. Proponen evaluar el progreso de estudiantes
al dividir habilidades de un análisis de
casos en tres partes:
- Identificación de los hechos.
- Identificación del problema.
- Solución del mismo.
La evaluación del estudiante es, en la medida que haga explícitas preguntas, su proceso de información y sus
soluciones. Con relación a la evaluación de los aprendizajes de los alumnos, en
dicho documento se menciona también que al trabajar con el método de casos se
puede señalar lo siguiente:
- Los alumnos deben tener claros objetivos de aprendizaje que se desean lograr al discutir el caso correspondiente.
- El profesor debe indicar qué aspectos se tomarán en cuenta para la evaluación:
- Elaboración de alguna actividad previa a la discusión del caso.
- Entrega de alguna tarea previa al inicio del análisis del caso (resumen, reporte, cuadro sinóptico, mapa conceptual, etc.).
- Participación de los alumnos en la discusión (intervenciones, planteamiento de dudas, aporte de información, motivación a los compañeros para participar).
- Actividades posteriores a la discusión del caso (tarea, resumen, consulta, conclusión individual o de equipo, etc.).
3. Es recomendable para el profesor elaborar un formato que le
permita registrar la
evaluación a lo largo del proceso.
Por tanto, para evaluar el aprendizaje, el alumno debe
tener conocimiento de los objetivos a lograr, así también de las actividades a
realizar y lo que debe entregar, cómo, cuándo y dónde. Y el docente tiene la
responsabilidad de informarle los aspectos a tomar en cuenta para dicha
evaluación.
Montemayor (2015) comparte una rúbrica para
evaluar el estudio de caso donde sus criterios definen lo siguiente:
- Autenticidad del caso.
- Calidad de la narración del caso.
- Apertura para la discusión.
- Complejidad del caso.
- Vinculación con el currículo.
- Calidad de las preguntas críticas.
Altamirano
(2015) señala la importancia de los aspectos que se mencionan, ya que desarrollan comunicación
interpersonal y permiten confrontación, generan análisis crítico, investigación y toma de decisiones sobre soluciones,
estimulando la creatividad. Así mismo,
la rúbrica propuesta es apropiada en base a las pautas de evaluación a
considerar.
Guízar (2015) señala que la
evaluación del estudiante se establece en la medida en que haga explícitas sus
preguntas, su proceso de información y sus soluciones. Ya que de acuerdo a Gómez
(2002) las pautas facilitan evaluar resultados como:
· Integrar teoría y práctica.
·
Fomentar acercamiento a realidad profesional.
·
Explorar, comprobar y construir la realidad.
·
Favorecer desarrollo
del juicio crítico.
· Tener visión,
conocimiento y comprensión de posturas antagónicas.
·
Favorecer indagación
y conocimiento de recursos del entorno.
·
Fomentar el desarrollo
de habilidades interpersonales y de trabajo cooperativo.
·
Comprometer y
responsabiliza al estudiante del proceso aprendizaje.
Flores (2015) recupera a Gómez (2002) y propone instrumento de evaluación del estudio de caso, la siguiente rúbrica:
Fig. 3. Rúbrica de evaluación de un estudio de caso
Guízar
(2015) considera que los recursos de innovación que
se pueden implementar en el caso de la
Escuela Normal Superior del Estado “Moisés Sáenz Garza”, es precisamente
aplicar rúbricas de evaluación que sean contestadas en la propia plataforma, en
las que se brinde de manera automática el resultado, ofreciendo retroalimentación
inmediata para el logro de los objetivos planteados por diversas asignaturas.
Montemayor (2015) recupera a Barriga y Hernández (2010) para trabajar el estudio de casos con lo siguiente:
- Criterios previamente definidos de claridad y concreción.
- Autenticidad del caso, relevante, real, creíble y auténtico.
- Calidad de narración del caso, sucesos importantes, problema central, personajes realistas La narración desemboca en planteamiento de un dilema que invita a discusión.
- Apertura para la discusión y abordaje de contenidos.
- Complejidad del caso implicando habilidades superiores y contenidos distintos.
- Vinculación con el currículo de contenidos curriculares y profundizar aprendizaje.
- Calidad de las preguntas críticas, abiertas, reflexivas y organizadas para permitir análisis cada vez más profundo del caso.
Montemayor (2015)
cita una reflexión de Ferreiro (2009, p.112) que señala el estudio asociado a toma de decisiones, de su enorme valor pedagógico que provoca
(enseñar a pensar) y su valor potencial para educar en valores y actitudes.
Concluye que este tipo de metodología
basada en el estudio de caso
y mediadas por las TIC y correcta
guía u orientación del facilitador, tutor, mentor, teleformador- aplicadas en las currículas (Ruiz, Anguita y Jorrín, 2006, p. 367), ya que
genera formación y desarrollo de
competencias profesionales.
La investigación sobre los procesos de aprendizaje
en cooperación (Han y Hill, 2007), revela que es necesario avanzar en el conocimiento
de los mecanismos que intervienen y favorecen su eficacia en la construcción de
conocimiento conjunto, para el desarrollo de modelos más profundos en contextos
virtuales de aprendizaje y enseñanza. Roux
(2015) abunda sobre las pautas para
evaluar el aprendizaje y señala que el diseño de situaciones de enseñanza y
aprendizaje en entornos virtuales ha de favorecer el proceso de comprensión
dialógico y la interacción entre estudiantes, recupera a Álvarez y Guasch (2006) que recomiendan
actividades de aprendizaje virtuales diseñadas como “tareas auténticas” que
reflejen la cultura de las prácticas que involucre la situación y el objeto de
estudio, así como la profundización y aplicación del conocimiento desde la
reflexión personal a la discusión colectiva y desde el análisis en el contexto
del aula al análisis en y para la práctica.
Algunos indicadores que dan la pauta para evaluar los
resultados de aprendizaje son los siguientes (Casanova, 2009):
- Observación del discurso: Tipos de lenguaje que utilizan estudiantes en interacción, construcción de significado compartido, interdependencia y relaciones psicosociales.
- Interdependencia positiva: El éxito de cada miembro va unido al resto del equipo.
- Construcción de significado: Elaboración conjunta de conocimientos, metas, planes ideas y conceptos.
- Relaciones psicosociales: Establecimiento de condiciones para una interacción estimulante con expresiones de refuerzo y apoyo.
Para mayor eficacia, se requiere tener en cuenta los siguientes
factores o variables del proceso de aprendizaje cooperativo virtual:
• La
composición del grupo.
•
Características de la tarea.
• Actuación del
profesor.
• La elección
de la técnica.
• Contexto.
Acosta (2015) enumera una relación de
indicadores para evaluar resultados de aprendizaje y de acuerdo a Marqués, (2002), presenta la siguiente lista:
Significación para los estudiantes: ¿Los contenidos y las actividades
tienen relación con cuestiones y problemas significativos para los alumnos?
Implicación del alumnado: ¿Las actividades
implican a los alumnos en sus aprendizajes, hacen que se sientan responsables y
motivados; participan expresando sus ideas?
Tratamiento de la diversidad: ¿Son considerados tanto en los
contenidos que se presentan como todos los agentes implicados?
Nivel de las operaciones cognitivas implicadas: ¿Se
movilizan operaciones mentales de mayor nivel que la mera memorización?
Participación social: ¿Se propician el desarrollo de
habilidades sociales, y se promueve la participación en de los estudiantes en
los procesos educativos?
Trabajo colaborativo: ¿Se tienen en cuenta las
interrelaciones entre los estudiantes, la reflexión en grupo y el trabajo en
equipo?
Autoaprendizaje: ¿Se promueven la autonomía y el desarrollo de
estrategias de autoaprendizaje en los estudiantes (autoevaluación, búsqueda
selectiva de información, reflexión individual...)?
Creatividad: ¿Se promueven el pensamiento divergente para la generación de
alternativas de solución?
Carácter aplicativo: ¿Las actividades que se realizan están próximas a
la realidad en la que viven los estudiantes, y en muchos casos incluyen
aspectos aplicables a la vida diaria?
Integración: ¿Se asegura que las actividades están integradas en el contexto
educativo, no constituyen una actuación aislada?
Interdisciplinariedad: ¿Desde el currículo se tienen un
carácter globalizador y transversal?
Nuevos roles: ¿Suponen cambios de rol en las actuaciones de los profesores y los
estudiantes, que se ven implicados en el desarrollo de nuevas funciones?
Utilización de las nuevas tecnologías: ¿Existe garantía para el uso integrado
de las TIC como instrumento para realizar diversos trabajos: búsqueda de
información, proceso de datos?
Acceso permanente: ¿Los estudiantes tienen la posibilidad de
comunicación permanente mediante los medios telemáticos (correo electrónico,
páginas web…)?
Flores
(2015) señala que las interrogaciones anteriores conducen a una lectura profunda,
registrando su relevancia en los aprendizajes en el estudio de
caso. En este sentido, comparte a Morra y Friedlander (2001,
p. 7) que mencionan que para evaluar aprendizajes en el estudio de caso
deben usarse técnicas que aborden una metodología
precisa que muestre aprendizajes, por ejemplo:
1. Análisis extensivo:
o Entrevistas con
personas relevantes
o Observaciones a lo
largo del tiempo
o Observación
participante
o Documentos y
archivos
o Información física
2. Análisis de triangulación:
o Correspondencia de
patrones
o Construcción de
explicaciones
o Revisión temática
3. Comparación de consistencia de las situaciones:
o Matriz de categorías
o Exhibiciones gráficas
de datos
o Tabulación de
frecuencia de eventos Cronologías / ordenamiento temporal de series
Flores (2015) agrega
la dirección https://www.youtube.com/watch?v=_HKURO5l16w donde Ariscapa (2012) ilustra con un ejemplo de
Objeto de Aprendizaje.
Finalmente, Delfina (2015)
cierra con la frase: “En cuestiones de cultura y de saber, sólo se pierde
lo que se guarda; sólo se gana lo que se da” de Antonio Machado, señalando que los conocimientos se comparten para continuar
creciendo en este proceso formativo.
Conclusiones
El estudio de caso ayuda
a desarrollar la capacidad de analizar hechos para llegar a una decisión
razonada entre el trabajo cooperativo, fomenta la participación del alumno, y
su desarrollando crítico, preparándole para la toma de decisiones, enseñándole a defender y contrastar argumentos
con las opiniones del resto.
Se favorece la participación dialogante como ejercicio para el desarrollo de
habilidades y el pensamiento complejo.
Los escenarios del estudio de caso en teleformación están
inmersos en la web 2.0, el uso de la multimedia y los recursos digitales que
ofrecen beneficios a la educación virtual.
El enorme valor pedagógico del estudio de casos está en la
reflexión que provoca (enseñar a pensar), y su valor potencial para educar en
valores y actitudes que aporta cada caso.
La teoría
de aprendizaje moviliza actividades que a su vez conforman un modelo pedagógico
que implemente la formación de individuos, por tal motivo, debe coherencia.
Las
estrategias estudio de caso y método de proyecto son relevantes en la formación
del ser humano.
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